El drama de la vida moderna... Los smartphones Android sirven para muchas cosas, pero menos para nadar. Nunca falta que un mal día tengas la urgencia de secar tu teléfono inteligente tras un accidente con el inodoro o la ducha. El problema es que no basta con solo quitar el agua de la pantalla: los circuitos pueden verse comprometidos.

La mayoría de los teléfonos inteligentes de Android viene con una etiqueta IP que los hace resistentes al agua hasta cierto punto. Esto da tiempo al usuario para sacar el agua de todos los sitios posibles, pero ya sabemos que no es suficiente por culpa del tamaño de nuestros dedos.

Quizá hayas oído la recomendación de usar arroz en una bolsa sellada, pero el problema es que el almidón y el polvo pueden ingresar al dispositivo y causar aún más daños. El consejo es usar gel de sílice (por ejemplo, las bolsitas de papel que viene en los zapatos o carteras) en un recipiente, colocar el teléfono en el centro y tapar el dispositivo por completo con los sobres de sílice. El móvil debería quedarse allí por 48 a 72 horas.

Ya para acabar, puedes limpiar el altavoz con aplicaciones como Super Speaker Cleaner para retirar los últimos vestigios de agua en el interior del smartphone Android.

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