Ir de viaje es siempre un desafío y no solo por los lugares a los que viajamos, sino porque solemos empacar la mitad de la casa en una maleta pequeña: ropa de abrigo, zapatos, neceser y nuestros útiles de viaje imprescindibles. Todo esto ocupa mucho espacio por lo que nunca está mal usar bolsas de compresión para reducir el volumen de ropa, o usar organizadores de equipaje para no olvidar nada. Sin embargo, a pesar de todos los trucos que nos sacamos de la manga, no podemos hacer nada contra la eterna amenaza de las manchas y los malos olores salvo traer jabón, cambiarnos de ropa y usar la lavadora en nuestro destino.

La forma clásica de quitar las manchas cuando estamos de viaje es lavarlas a mano, pero no siempre es cómodo: el fregadero está sucio o simplemente no lo está. Por eso esta bolsa de lavandería es muy práctica: una solución para lavar la ropa cómodamente, sin perder tiempo, ni ensuciarnos o mojarnos las manos. Muy práctico también cuando vamos de camping, excursiones, viajes de negocios o en la playa. Además, es estanco por lo que podemos mantener secos los dispositivos electrónicos y la ropa en entornos donde corren riesgo de mojarse.

Este original invento es una bolsa de plástico sellada que, cuando se pliega, ocupa poco más que una tarjeta de crédito y solo pesa 145 gramos. Esta idea recupera la vieja tabla de lavar, aunque renovada y flexible. Su innovador diseño le ha valido numerosos premios y se puede utilizar con agua caliente. Además, no es necesario conectarlo a nada: no usa electricidad ni baterías.

Un consejo para que se seque antes: después de enjuagarlo y escurrirlo, enrollarlo en una toalla y escurrirlo nuevamente para que no gotee y puedas colgarlo.

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