Dieciséis productos y utensilios que harán tu cocina más sostenible | El Comidista EL PAÍS

2022-05-21 12:21:43 By : Mr. handsome Me

Mikel López Iturriaga y su equipo

Quizá seas de esas personas que consumen verduras de temporada, van a los mercados de productores a por frutas de proximidad y miran que los entrecots sean de ganadería extensiva porque te preocupa el planeta que vas a dejar a tus herederos. Pero si luego llegas a la cocina, te secas las manos con papel de usar y tirar y usas estropajos de poliuretano -un material plástico no reciclable que va directito al cubo de la basura-, aún te queda margen para mejorar. Aquí van un puñado de ideas para hacer de la cocina un lugar con menos residuos.

El estropajo verde de toda la vida suelta micro y nanoplásticos: la apuesta sostenible son los estropajos de coco, reciclables y biodegradables, que puedes emplear a fondo en esas cacerolas con manchas recalcitrantes sin miedo a que se rayen. Estos de Safix, a la venta en Cero Residuo por 3,36 euros en tamaño grande -10x15 cm, se pueden cortar fácilmente para hacer dos de tamaño normal- están elaborados por mujeres de la India rural en una empresa responsable con sus derechos laborales.

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La luffa son esos filamentos vegetales con los que también se hacen las esponjas exfoliantes para el baño. Es basta y todoterreno; algo así como el estropajo de níquel, pero en vegetal, concretamente de la familia de las calabazas y el calabacín. Estas de Mimook cuestan 3,80 euros y están producidas de forma sostenible, artesanal, sin pesticidas y procesadas con agua termal en Galicia.

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Lo de echar mano del rollo de cocina para secar, limpiar o lo que sea en la cocina es un lujo que no hay arboleda amazónica que resista: las bayetas de celulosa y algodón reciclado llegan para dar un respiro a los bosques. Por ponerlo en cifras, una sola bayeta cunde igual que 25 rollos de papel y aguanta unos 50 ciclos de lavado en lavadora. Absorben hasta 15 veces su peso y, aunque suene a frivolidad, algunas son una cucada. Estas tienen buenísimas valoraciones y cuestan 14,39 el pack de 10 unidades.

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Los cafés en vasos de usar y tirar de tu cafetería favorita pueden ser muy molones, pero son cero sostenibles. Da igual que sean de papel o de plástico reciclado, lo de un solo uso es un concepto que hay que ir enterrando. Le harás un favor al planeta si te pasas a las tazas reutilizables. Esta se llama Save The Planet y está hecha de PLA o ácido poliláctico, un ecoplástico procedente del almidón de maíz. Es 100% biodegradable y, por si fuera poco, apta para microondas y lavavajillas. En El Corte Inglés.

Ya la usaba tu abuela, tampoco es novedad. O sí, porque un buen día llegaron las de nylon y los ganchillos perdieron la partida. Lo malo es que los plásticos minúsculos que sueltan al cocer son ahora un problemón para la vida oceánica, así que si no quieres que acaben en la barriga de tu próxima merluza, puedes tejerte una malla garbancera a ganchillo o comprarte una ya hecha en algodón 100%. Se lava en la lavadora con el resto de la colada.

Asumámoslo: por mucho que te guste la cebolla, no usas siempre una entera cada vez que cocinas. Así que tiras de film de plástico o papel de aluminio y a la nevera. Al cabo de tu vida esos son un montón de metros desperdiciados. ¿La alternativa? Un guardacebollas como este de Worten: adiós a los malos olores en el refrigerador y frescura asegurada para tu media cebolla. Extra bonus: es apto para lavavajillas.

Seguimos con las mitades. Pongamos que quieres que añadir un par de gotas de limón al té. ¿Lo exprimes a mano alzada? ¿Tiras ese medio limón, que está casi entero, o lo guardas algo espachurrado en la nevera, con su consabido trocito de film? Este exprimidor de limones de Lékue (13,90 euros en su propia tienda) ha ganado el Premio al Diseño y la Innovación Tecnológica en Madrid Fusión y el Good Design Award. Sirve para exprimir, sin tocar y sin que caigan pepitas. Si sobra, se tapa y se guarda lo que queda en la nevera. Estilo y lucha contra el desperdicio alimentario en un mismo producto.

Las bolsas zip escaparon por los pelos de la Directiva Europea que prohibió los plásticos de un solo uso, la misma que se llevó por delante las pajitas o los cubiertos de usar y tirar. El caso es que se pueden reutilizar, pero es complicado lavarlas y se rompen a los pocos usos. La alternativa amable con el medio ambiente son estas bolsas con autocierre hermético fabricadas en silicona reutilizable. Aptas para guardar alimentos, congelar y hasta cocinar sous vide. Estas son de la marca australiana Ladelle y las venden en Claudia & Julia por 12,95 euros.

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¿Sabías que un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta 1.000 litros de agua? Queda claro que tirar el aceite de freír las croquetas por el sumidero es una gorrinada incívica y nada sostenible. Lo correcto es meterlo en una botella de plástico que vayas a tirar y llevarlo al punto limpio o verde. Pero verter el aceite de una sartén en una botella vacía y de poco peso requiere pulso. Este colador se encaja a la perfección en el cuello de la botella para atinar sin derrames. Un detalle de diseñador es que cuenta con un espacio para que el tapón de la botella no se pierda y la puedas cerrar nada más acabar. Es de Ibili y lo tienes en Hiperchef por 4,02 euros.

Artesanal, sin plásticos y de cercanía. Ya podemos tener la encimera reluciente como los chorros del oro sin arrasar el planeta. Esta bayeta lleva 60% bambú, un 40% de algodón orgánico GOTS y 0% plásticos y cuesta 4,50 euros. Es de Midonnita, reutilizable y biodegradable; apta para muchos fregados, se lava en frío en la lavadora y al llegar su hora, solo tendrás que cortarla en trocitos y echarlos al cubo de los residuos orgánicos.

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Sartenes hecha con latas recicladas

Fabricadas con un cuerpo de aluminio 100% reciclado, de gran resistencia y ligereza, y con un revestimiento premium antiadherente te permitirá cocinar con menos aceite sin miedo a que tus alimentos se adhieran a la sartén, porque lo ecológico no está reñido con lo saludable. Aprobada para todo tipo de fogones, incluidos los de inducción, a la venta en Alcampo y con precios muy razonables: 16,99 euros la de 24 cm y 19,99 la de 28.

Estropajos de cáscaras de nuez

Para ser más ecológico hay que eliminar aquello que es lesivo para el medio ambiente y reutilizar todo lo que pueda tener utilidad. Estos estropajos reciclan el plástico de su parte verde y reaprovechan las cáscaras de frutos secos, como nueces o avellanas (el salvauñas es de celulosa). Lo encuentras en Biomeco por 3,50 euros.

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A medio camino entre el rollo de papel de cocina y el trapo de toda la vida, este rollo de paños lavables, reutilizables y biodegradables es de algodón orgánico sin tintes. Cada paño mide aproximadamente 30 x 25 centímetros, milímetro arriba, milímetro abajo, porque están hechos de forma artesanal. Cuando están sucios, se lavan con jabón neutro y se enrollan de nuevo para volver a usar. En Midonnita los venden por 27 euros el pack de 10.

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Bolsas de basura de plástico reciclado

Si nos vamos a poner sostenibles en la cocina, no tiene mucho sentido que las bolsas de basura sean de plástico virgen. “Nuestras bolsas son de plástico 100% reciclado, procedente del que tiramos al contendor amarillo, de plásticos de invernaderos y de restos de origen industrial, sobre todo, del sector de la automoción”, explica Álvaro Salmerón, uno de los padres de Relevo, una joven empresa valenciana con ganas de darle nueva vida al plástico. Son antigoteo, con capacidad para 30 litros y hasta un 20% más resistentes que las bolsas normales de basura, y tienen presencia en la mayoría de grandes cadenas de hipermercados (consultar PVP según establecimiento).

Ahorran tiempo y plástico, ¿qué más se puede pedir? Las tapas de silicona extensible Bright Berry de Food Huggers hacen honor a su nombre (achuchadoras de comida). Se aprietan contra el alimento hasta hacer el vacío y te permiten tapar ese calabacín que se ha quedado abierto o ese medio tomate tristón que no usaste en la ensalada. Lo de ahorrar tiempo es porque el film transparente, candidato a cumplir esa función, se suele atascar y lo normal es tardar un rato en encontrar el principio, y lo sabes. Las tienes en Planeta Huerto por 16,95 euros el juego de seis (de diferentes colores y tamaños).

Filtro de café de algodón

¿Tienes cafetera de goteo y aún sigues con los filtros de papel de un solo uso como a principios del siglo XX? Pásate al siglo XXI, aplícale un poco de sostenibilidad y prueba los filtros de algodón reciclado y cáñamo. Estos los fabrica en España Minimall, una marca nacida dentro del Proyecto Sinplástico.com, y los de tamaño pequeño cuestan 2,40 euros. Después de cada uso, basta con enjuagarlos bajo el grifo de agua fría, secar y listos para la próxima taza.

Bolsas reutilizables para fruta y verdura

Aunque en algunos supermercados haya bolsas compostables o de papel, siempre es más sostenible usar algo que no genere ningún residuo ni coste energético. Las bolsas de algodón son un buenísimo recurso, ya que ocupan poco espacio y son muy ligeras y duraderas. Estas de Carrefour miden 33x48 cm y cuestan 3,99 euros el pack de tres.

Mikel López Iturriaga y su equipo (contacto)