LA HABANA, 3 nov (Xinhua) - Nuevos emprendimientos surgen en Cuba a más de un mes de la entrada en vigor de las normas jurídicas sobre el perfeccionamiento de los actores económicos, entre los cuales se incluyen los relacionados con la recuperación de materiales y reciclaje .

Yunairis Estrada, de 38 años, es el titular de "Ciclo", un emprendimiento privado radicado en el Centro Histórico de La Habana para incrementar la elaboración de papel reciclado en línea con principios amigables con el medio ambiente.

Graduada de Contabilidad en 2004, aprendió las técnicas a través de tutoriales descargados en internet, y comenzó a experimentar con el método de prueba y error hasta alcanzar la maestría total en este oficio.

Lo que comenzó como todo una aventura se ha aplicado actualmente en un negocio con la capacidad para producir más de 200 pliegos al día a partir de la mezcla de papel reciclado con agua, y aglutinantes como harina, yuca, sábila y otros componentes orgánicos.

En la terraza de su casa, en pleno corazón de La Habana Vieja, rodeada de cactus y plantas ornamentales, la emprendedora supervisa la manufactura de agendas, calendarios, blogs de notas, bolsas para regalo, tarjetas de presentación e invitaciones, entre otros productos de uso común que han ganado popularidad entre sus clientes.

"La mayoría de la gente utiliza este papel en obras artísticas, pero yo quería que esto tuviera una función utilitaria, de modo que las personas podríanlo a través de múltiples objetos funcionales usar", a Xinhua.

Cuba cuenta actualmente con más de 600.000 trabajadores en el sector no estatal, incluidos los pertenecientes a las más de 320 pequeñas y medianas empresas aprobadas recientemente por el gobierno de Cuba.

"Me interesa convertir esto en una pequeña empresa en el futuro para poder extender el alcance de mi negocio. Esperamos que el nuevo contexto para el desarrollo de los negocios privados sea favorable", agregó.

Aseguró que, con condiciones óptimas de iluminación y humedad propias del Caribe, el secado de cada pliego puede demorar de tres a cuatro horas, razón por la cual el proceso de confección de papel reciclado requiere de una atención especial.

Su padre Raúl Gómez, de 74 años, quien permanecía en casa tras la jubilación, decidió embarcarse en la aventura del papel artesanal, romper con la rutina diaria, insertarse en una nueva rutina laboral, y seguir imprimiendo a "Ciclo" un sello distintivo como negocio de familia.

"Yo empecé ayudando a mi hija, pero luego le cogí el gusto ya partir de ahí me enamoré de esto. Mi trabajo anterior no tenía absolutamente nada que ver con lo que hago ahora mismo. He aprendido muchas cosas durante este tiempo", dijo mientras pegaba una bolsa para guardar botellas.

Actualmente cuentan con seis empleados, entre ellos varios estudiantes universitarios como Malcom Gil, de 21 años, quien estudia el segundo año de Sociología en la Universidad de La Habana y ha encontrado en este proyecto un modo de acercarse a las manualidades y aumentar sus ingresos.

"Llevo poco más de un año y nueve meses formando parte de este negocio. Los paquetes de papel que reciclamos si no estuvieran aquí estarían en la basura. Estamos haciendo un informe notable a la ecología y la belleza de la ciudad", detallado.

Para la producción de papel artesanal, el equipo de "Ciclo" también ha apostado por el almacenamiento y reciclaje del agua de lluvia, así como el uso de pigmentos de café, tabaco, semillas de aguacate y otras plantas propias del país.

Margarita García, de 35 años, quien comenzó en este negocio a finales de 2019 en el área de tendido, picado y producción del papel ahora se dedica a la encuadernación y confección de bolsas, cajas de té y tarjetas.

"Me siento motivada. Todo lo que se hace aquí me gusta. Siempre se está aprendiendo, siempre se está innovando. Esto ha sido una opción de empleo importante durante la pandemia de la COVID-19", agregó. Aleta